lunes, 24 de enero de 2011

Chichiriviche (Capítulo 2) – Venezuela

Al llegar a Chichi, con todo el cansancio del viaje, nos dispusimos a buscar alojamiento. Yo fui en la temporada alta argentina, que es temporada baja en Venezuela: enero. Por lo tanto, no había problema de alojamiento. Pregunté por una posada de la que tenía referencias y de la que había averiguado por teléfono. Además, un amigo mío que en ese momento vivía en Venezuela me dijo que estaba en precio. Pagué BF$120 por noche la habitación matrimonial en la posada “Villa Gregoria”. El establecimiento es muy pintoresco, con dos pisos, de estilo colonial, muy rústico, simple, con muchos espacios comunes con hamacas y mesas para relajarse. Ojo, pero de ninguna manera comodidades tipo hotel.


Igualmente, hay otros precios en alojamientos, charlando con unos argentinos recién llegados nos comentaron que habían conseguido la habitación matrimonial a BF$80. No sé si con aire acondicionado y TV por cable como teníamos en Villa Gregorio.

Chichiriviche es (y cito a un amigo que vivió en este lugar) “un pueblo que se encontró con un paraíso natural”. La frase, mitad elogio, mitad crítica, referencia los cayos con playas perfectas y el pueblo continental con falta de infraestructura para recibir al turismo. Estéticamente es bastante humilde y en cuanto a servicios es muy escaso. No hay muchos lugares para comer y no hay diversidad. Obvio que esto es la óptica de un turista y respetando la cultura del lugar, sin querer ofender a nadie, y marcando lo que faltaría en el paraíso. Es más, volvería con gusto a Chichiriviche, y estoy seguro que en el futuro, va a desplegar un potencial increíble. Además tampoco es obligatorio adaptarse a las comodidades turísticas. Espero se entienda y me disculpo si ofendo.

En comida se gasta en un restaurante aproximadamente entre BF$30 y 60 por persona. En Chichi hay locutorios y cibercafés para conectarse a Internet (BF$1 el minuto a Argentina, y BF$3 la hora de Internet). Aquí, como en el resto de Venezuela, hay licorerías que son lugares exclusivos de expendio de alcohol, hay varios por cuadra. La botella grande no existe, sólo hay latas o botellas de 300 ml de cerveza y cuestan BF$5. Aquí está muy de moda la cerveza Light, la cual no me gustó para nada. Se vende tanto de esta variedad, que a veces cuesta conseguir la cerveza regular.

Aclaro, que otra opción para disfrutar las playas del lugar es alojarse en el pueblo de Tucacas, al que sólo pasamos con el bus, así que no tengo referencias. Nosotros nos decidimos por Chichi por referencia que viajeros que habían estado en los dos.

Al fin, en la próxima entrega, las paradisíacas playas del Parque Nacional Morrocoy.

Leer Cómo llegar a Chichiriviche (Capítulo 1) – Venezuela
Leer Chichiriviche (Capítulo 2) – Venezuela
Leer Parque Nacional Morrocoy – Chichiriviche (Capítulo 3) – Venezuela
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